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domingo, 8 de abril de 2012

¿Electricidad en la antigüedad?

Según nos dicen los egipcios utilizaban para poder pintar en el interior de las pirámides ,un juego de espejos (discos de cobre pulimentado), para reflejar la luz del sol e introducirla en el monumento, aunque el único problema es que los espejos encontrados en Egipto no parecían ser de muy buena calidad. Cada vez que reflejaban la luz, al menos una tercera parte de ésta era absorbida o dispersa, con lo que después de combinar varios espejos entre la entrada a la tumba y el interior de las distintas cámaras y galerías, la luz que llegaba era prácticamente mínima. Si la cuestión es cómo podían pintar y trabajar en las tumbas y templos que por lo general estaban en una oscuridad casi total, surge la pregunta ¿es que acaso no existían las antorchas o las velas?. La respuesta es por supuesto que sí, pero no podemos dejar pasar por alto que en muy pocos lugares se han hallado manchas o partículas de herrumbre en las paredes o techos de estos pasadizos, señales características propias de los candiles, velas o antorchas en su constante humear. El cronista árabe Abdul el Latif, (que se ubica en el 1150 de nuestra era) ya hacía mención del recubrimiento metálico del obelisco de Sesostris I que se encontraba en Heliópolis (esto es en el 1970 a. C). Pero no es la única referencia existente, ya que son muchas las crónicas que nos narran la utilización de estos gigantescos obeliscos a modo de pararrayos, que protegían las inmediaciones de los templos.


 Algunos de ellos estaban recubiertos de una aleación de oro, plata y cobre que recibía el curioso nombre de "electrum". Las diferentes inscripciones localizadas en el Valle de los Reyes y del resto de los pasadizos y tumbas del antiguo Egipto, bien podrían haber sido hechas con la ayuda de la electricidad. este era un conocimiento en estado de involución, que en manos de la casta sacerdotal era guardado celosamente como un gran legado de los antiguos dioses.¿Que sentido tenía realizar esos trabajos tan exquisitamente bien acabados para ser vistos a la escasa luz de unas velas y que solo pueden ser contemplados en la actualidad en todo su esplendor con nuestras modernas lámparas fluorescentes?¿Es factible suponer que los sacerdotes del antiguo Egipto disponían de algún tipo de tecnología que les permitía utilizar ciertos artefactos con los que poder iluminar adecuadamente las tinieblas al igual que hacemos nosotros en la actualidad con nuestras actuales lámparas incandescentes, de descarga y de inducción electromagnética?
En Dendera se representan estas lámparas con una forma un poco más alargada que una pera, y dejando ver en su interior a una serpiente ondulante (tal cual como un filamento), emergiendo de una flor de loto en forma de "casquillo". Están sujetas por un pilar, símbolo de energía, estabilidad y poder. Estas "lámparas" muy similares a las de bajo consumo actuales, están "conectadas" por una especie de cable a un pedestal, en el que está arrodillado el dios del aire.

Todo este conjunto está custodiado por un babuino que probablemente represente al dios Thot, protector del conocimiento y de las ciencias, que con un cuchillo en cada mano.Se puede entender que este era un conocimiento en estado de involución, que en manos de los sacerdotes era guardado celosamente como un gran legado de los antiguos dioses.
Nos preguntamos cómo iluminaban los mismos, para realizar tan perfectas manifestaciones pictóricas con formidables colores.Hay quienes sostienen que éstas se hacían bajo antorchas de fuego, lámparas de aceite u otras, pero, el humo y hollín irradiante de las mismas ¿no mancharían tan perfectos bajorrelieves? No hay manifestaciones de ninguna naturaleza en numerosos templos, ni en pirámides, ni en pasadizos subterráneos, ni antecámaras, ni en ningún lado. ¿Cómo es posible esto?, si rastros de hollín deberían encontrarse en techos y paredes.Podemos hallar sí en algunos casos algunas manchas pero esto quizá se debe a ulteriores ingresos de saqueadores y primeros exploradores.Todo esto llamó la atención a numerosos investigadores entre los que se encuentran el austríaco Reinhard Habeck, dibujante profesional y escritor, autor de numerosos trabajos sobre los misterios del pasado, y el periodista y escritor Peter Krassa, fallecido en octubre de 2005, pionero en el campo de la hipótesis del antiguo astronauta.Ambos autores desarrollaron un excelente trabajo investigativo al que llamaron "Lich fur den Pharao" que significa "Luz para el Faraón".Son ellos quienes se formularon la misma pregunta y ante tal enigma consultaron al egiptólogo austriaco profesor Helmuth Satzinger del Museo de Historia del Arte de Viena, sobre las fuentes egipcias de iluminación y su respuesta fue: "No conozco referencias sobre tales rastros tiznados. Pero recuerdo haber leído una vez un artículo en el que el autor conjeturó que ellos pudieron haber sido capaces de fabricar antorchas sin humo en aquella época". Aunque más adelante el mismo profesor admitió que nadie había intentado producir y usar antorchas sin humo.Otra de las hipótesis es que los egipcios utilizaron espejos ubicados en tramos estratégicos que reflejaban la luz del Sol en los oscuros pasadizos y cámaras. Aunque esto se eliminó al comprobarlo ya que la luz se disipaba siendo incapaz de alumbrar las criptas subterráneas. La famosa Pila de Bagdad, hallada en 1939 por el arqueólogo alemán Wilhelm Koening mientras realizaba excavaciones en la región de la antigua Babilonia. 
Esta confirmación demostró que también los babilonios conocían y utilizaban la electricidad, cuyo objetivo no sólo era de iluminar sino también galvanizar ciertos elementos como los centenares de objetos galvanizados cuya antigüedad data de miles de años atrás que se hallaron en la misma zona geográfica.Estas vasijas fueron llevadas al Museo Nacional de Bagdad, en Irak, exhibiéndose durante décadas hasta que, lamentablemente, producto de la guerra reciente mucho de estos elementos se perdieron, se robaron y/o se destruyeron durante los saqueos al Museo Nacional.Como vemos no sólo los egipcios conocían y utilizaban la electricidad, sino también para otras civilizaciones no les era desconocida hace milenios este tipo de energía.No podemos afirmar a ciencia cierta a partir de qué momento el hombre descubrió el fenómeno que llamamos electricidad, pero existen evidencias de que 600 años antes de cristo fue observado dicho fenómeno por un filosofo griego, Thales de Mileto (630-550 AC), quien descubrió un misterioso poder de atracción y de repulsión cundo frotaba un trozo de ámbar amarillo con una piel o una tela. Esta sustancia resinosa, denominada “Elektrón” en griego, dio origen al nombre de la partícula atómica Electrón, de la cual se deriva el termino ELECTRICIDAD.Sin embargo fue el filósofo Griego Theophrastus (374-287 AC) que dejó constancia del primer estudio científico sobre la electricidad al descubrir que otras sustancias tienen también el mismo poder de atracción.

1 comentario:

  1. Gracias por preocuparse de hacer llegar una información tan expectacular.

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