Páginas

viernes, 27 de octubre de 2017

Los Toraja, un lugar en donde los muertos acompañan a los vivos


El mito del cadáver que camina

Cada cierto tiempo -entre tres y cinco años- en agosto, los Toraja sacan de la tumba a sus familiares para limpiar la caja y cambiarles la ropa. Se denomina Ma'nene o segundo funeral. Ese día, las familias eligen con orgullo las camisas, las corbatas, los vestidos, los sombreros, las gafas y los collares que lucirán sus familiares en un nuevo descanso. Los asean y los peinan.

En una charla TED titulada La vida no acaba con la muerte, que han visto un millón y medio de personas, la antropóloga Kely Swazey, casada con un indonesio de Toraja, explica que en esta región de Sulawesi la muerte no se concibe como "un acontecimiento individual sino como un proceso social gradual". Y "donde vemos la muerte como una condición biológica irrefutable, los Toraja ven la forma corpórea que expira como parte de una génesis social más amplia". De hecho, explica, aquí un miembro de la sociedad solo está verdaderamente muerto cuando toda la familia puede acordar y organizar los recursos necesarios para celebrar una ceremonia funeraria adecuada". Swazewy asegura que su marido tiene buenos recuerdos de niño de hablar y jugar cerca de su abuelo fallecido.

"¿En Occidente no os morís?", podrían preguntarse los vecinos de Kambira al comprobar la cara de terror de los curiosos turistas ante el cadáver de la señora con las gafas puestas. Sorprende la naturalidad con la que este pueblo se enfrenta a la muerte cuando lo sorprendente es que las sociedades contemporáneas hayan escondido el único destino ineludible para toda persona.


Fuente: elmundo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario