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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Los Fantasmas de Barranquilla, Colombia

Ni siquiera los mismos empleados del cementerio Calancala en Barranquilla desean pasar una noche en este lugar. “Hace 8 meses el celador nos contó que por el área N del cementerio, en la noche, había escuchado el llanto de un niño”, dijo Jader Prieto, funcionario del cementerio, visiblemente afectado.
Prieto también narró que solo el extraño lamento, que duró por varias noches, cesó cuando “echaron agua bendita en el lugar”.
Como esta muchas historias se cuentan entre los corredores de tumbas de las ciudadelas de los muertos, que en parte, el periodista e investigador Álvaro Palacio ha recolectado para compartirlas con simpatizantes de las historias del más allá mediante artículos y programas de radio. 
“La gente viene hasta mí y me cuenta sus historias. Algunos son incrédulos hasta que se tropiezan con una aparición”.
Palacio es el guía de las dos próximas rutas de terror que organiza Todomono, el próximo jueves y sábado en Barranquilla. “Nosotros queremos contar otras maneras de conocer la ciudad para aquellos que deseen vivir una experiencia de apropiación del espacio mediante la memoria histórica que encierran sus lugares”, dijo Johnny Insignares de Todomono.
La pata sola, la mano peluda y el coco serán algunos de los personajes que se pasearán por el Museo del Caribe, como parte del recorrido de horror que se realizará el 31 de octubre dentro del lugar. “La costa Caribe es un lugar que siempre ha estado lleno de mitos y leyendas que vamos a representar”, dijo Roxana Rojas, coordinadora educativa del museo.
Esta ruta presentará los mitos del mohan, la madremonte e historias urbanas como la novia de Puerto. “En Barranquilla siempre se han contado muchas historias de terror porque como fue un lugar de llegada de inmigrantes con ellos también llegaron sus cuentos y sus miedos”, puntualizó Rojas.
La tumbas del Cementerio Calancala
Álvaro Palacio contó que una de las tumbas más visitadas del Calancala es la de Sabina Atilano, que la semana pasada cumplió 99 años de fallecida. “A Sabina le ponen flores, tiene varias placas de agradecimientos y le piden favores”, expresó. Palacio también se refirió a los duendes dulceros.
“Estos personajes son aquellos niños que están enterrados allí y que la gente viene a dejarles dulces para pedirles favores”. El investigador narró que brujas y bolas de fuego que brotan de los árboles se han visto deambulando por el lugar.  
El hospital Barranquilla
El hospital de Barranquilla es otro de los puntos clave de la ruta fantasma en la ciudad por su especial aparición. Se trata de una monja que laboró en el hospital hace cincuenta años y que sigue atendiendo a los pacientes y cumpliendo con su labor, aún después de muerta.
Los empleados del centro asistencial aseguran que la religiosa se aparece en el área de maternidad, cirugía y en el jardín en horas de la noche. Estas apariciones han obligado a que incluso enfermeras y médicos del hospital cambien sus turnos nocturnos para evitar encontrarse con este fantasma.
La novia de Puerto
En la llamada curva del diablo, en la antigua vía al mar, muchos testimonios aseguran que después de la medianoche se aparece una mujer vestida de novia que suele detener a los conductores.
Cuando estos la dejan atrás y piensan haberla sobrepasado en la carretera, se aparece en el asiento trasero del conductor, llegando inclusive a causar accidentes debido al terror que causa en el conductor del vehículo.
Algunos cuentan que la novia se llamaba Blanca Vilar y que falleció el día de su boda en 1983. La novia murió debido a un accidente automovilístico.

El Castillo de La Alboraya
En esta emblemática construcción, la tradición oral de la ciudad cuenta que fue habitado por un español de apellido Rondón que le gustaba invocar a dioses africanos.
El castillo funcionaba como la casa principal de una enorme hacienda a la que la gente no se podía acercar porque Rondón mataba a todos aquellos que se atrevieran a entrar en sus dominios.
Sin embargo, la historiadora Wendy Meza, quien ha dictado varias charlas sobre las leyendas que se tejen alrededor de este castillo, en el que ahora funciona un colegio, dice que “allí no pasa nada. Solo son leyendas”.
Fuente: elheraldo.co