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jueves, 17 de octubre de 2013

La inquietante historia de los Warren

La historia comienza en 1970, cuando una mujer compró esta simpática muñeca de trapo en una tienda “Raggedy Ann”, para su hija Donna, estudiante de enfermería. Donna se la llevó al apartamento donde vivía con su amiga Angie, y la puso como adorno en su cama. Sin embargo, la muñeca, a pesar de que siempre fuera dejada en ese lugar o el sillón de su cuarto, con las piernas cruzadas, solía aparecer en cualquier lugar de la casa, incluso de pie o arrodillada.
Imagen de la auténtica muñeca que se conserva en el museo del ocultismo de Connecticut (Estados Unidos)

Para peor de males, las chicas comenzaron a encontrar mensajes en pergamino, escritos con la letra de un niño pequeño, que decían “Ayúdanos” y “Ayuda a Lou” (así se llamaba el novio de Donna). Un día, encontraron a la muñeca con gotas de sangre en sus manos y pecho… En este punto, ellas decidieron ir con una medium para que intentara contactar con el “fantasma” de la muñeca. La medium les dijo que el espíritu que daba vida a la muñeca, era de una niña de siete años llamada Anabelle, muerta en el apartamento donde ahora vivían ellas.
El fantasma le dijo a la medium que “le gustaba” vivir con ellas, y que quisiera quedarse allí, dentro de la muñeca. Las dos chicas, sintiéndose mal por la pobre Anabelle, aceptaron. Sobra decir que fue un error, ¿no? Poco tiempo después, Lou (novio de Donna), quien siempre quiso deshacerse de Anabelle, comenzó a tener pesadillas con la muñeca. El reporta que un día despertó y vio a Anabelle, quien intentó ahorcarlo, pero solo lo dejó inconsciente.

Lou despertó y fue a casa de Donna, donde ambos escucharon ruidos en el cuarto donde estaba la muñeca, era como si hubiera gente discutiendo allí dentro. Sin embargo, al entrar solo estaba Anabelle, sentada en el rincón. En ese momento, Lou sintió un fuerte dolor en el pecho, y pudo ver, al abrirse la camisa, siete marcas de garras, de las cuales brotaba mucha sangre.
Los muchachos fueron a la iglesia, y allí los contactaron con Ed y Lorraine Warren (los investigadores paranormales en la película). Ellos llegaron a la conclusión obvia: el espíritu no era de una niñita, sino de una presencia demoniaca que quería poseer a Donna. Los Warren se llevaron a Anabelle a su casa, pero apenas lo lograron… Su auto sufrió desperfectos en la dirección, los frenos y el motor durante todo el trayecto,y eso solo se detuvo hasta que Ed la bañó en agua bendita.

Pero aquí no acaba el asunto… la muñeca comenzó a moverse alrededor de la casa, como lo hacía en el apartamento de Donna. Por ello, los Warren llamaron al sacerdote Jason Bradford para que la exorcizara… El, convencido de que era solo una muñeca, se negó. Por ello, Ed y Lorraine decidieron mandar a hacer una urna de cristal especial y con diversas precauciones, para que Anabelle no volviera a moverse. La muñeca permanece en esa urna, en el museo de ocultismo de Conneticut, en la actualidad.

                                            Imagen del museo del ocultismo en Connecticut (Estados Unidos)
Sin embargo, hubo un evento paranormal más: Un día, un adolescente que entró al museo comenzó a burlarse de la muñeca y a golpear el cristal en que se encontraba. Ed Warren lo expulsó del lugar, y vio como el chico y su novia se fueron en motocicleta… Lo extraño es que en ese momento, la moto tuvo un fallo, y chocaron contra un árbol. El chico murió al instante, y la chica pasó internada en el hospital por meses.

Fuente:agenciaeternity.wordpress.com

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