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miércoles, 1 de junio de 2016

Descubren metal extraterrestre en una daga de Tutankamón

La civilización egipcia es una de las más fascinantes que han surgido en la historia, en buena medida porque es también una de las más enigmáticas. La solidez de ciertos hechos sustentados por investigaciones arqueológicas e históricas rigurosas se combina con un buen espectro de especulaciones e imputaciones relacionadas con el cariz esotérico indisociable de dicha cultura (el cual se expresa desde sus ritos funerarios o historias míticas hasta la asociación de su desarrollo con entidades suprahumanas como el dios Thot).
En este sentido, la figura del faraón Tutankamón es uno de los símbolos de esa dualidad. Ya en vida, Tutankamón fue suficientemente polémico por su intento, un tanto inexplicable, por sustituir el culto de Amón y el resto de los dioses egipcios por la fe monoteísta en Atón, el “disco del Sol”. Defenestrado por uno de sus generales, Tutankamón terminó así su corto reinado, también a una edad temprana, aunque no acabó su leyenda, pues en la década de 1920, cuando el no menos legendario Howard Carter descubrió su tumba prácticamente intacta, se dijo que sobre ésta pesaba una maldición, la cual afectó a todos los implicados en el hallazgo.

Ahora, Tutankamón vuelve a causar sensación luego de que un grupo de investigadores de la Universidad de Pisa, el Politécnico de Milán y el Museo Egipcio encontró que una daga perteneciente al faraón fue forjada con un metal extraterrestre, obtenido de un meteorito que a la fecha se localiza en las cercanías de su tumba.
La composición del arma es de hierro, níquel y, en menor medida, cobalto y fósforo. Tiene además otro elemento desconocido, inexistente en nuestro planeta, relacionado directamente con el origen cósmico del material usado en la forja.

Y fue precisamente por este componente enigmático que los científicos se dieron a la tarea de indagar más sobre la daga. Al saber que en las inmediaciones del recinto mortuorio de Tutankamón se encuentra el meteorito Kharga (descubierto en el año 2000, a 250km al oeste de Alejandría) compararon la estructura química de ambos y encontraron que, en efecto, la daga había sido fabricada con un fragmento de la piedra estelar.
A este respecto cabe mencionar que entre los egipcios existió una amplia tradición de investigar y trabajar con objetos celestes llegados a la Tierra, en muchas ocasiones con el propósito de “transmutarlos”. En este sentido, ciertas hipótesis aseguran que la alquimia surgió en las fértiles riberas del Nilo, como un arte de transformar la “tierra negra” (al-kemia) en una materia valiosa.

Fuente: pijamasurf.com

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