En 1871, Bulwer Lytton publicó una extraña novela titulada "The
Coming Race" (La Raza Venidera). En ella el narrador es conducido por un
ingeniero de minas a un mundo subterráneo poblado por una raza extraña. Ese
pueblo, llamado Vril-Ya, posee un poder misterioso que le ha permitido vivir
sin maquinas y sin ninguno de los aspectos de la civilización moderna. Ese
poder es el llamado Vril.
El libro fue un éxito inmediato y gozó después de un considerable culto,
porque mucha gente tomó la historia como verdadera. Incluso es muy probable que
el propio Lytton creyera que lo que estaba narrando era cierto. Tanta
influencia tuvo que, en Alemania, en medio de la proliferación de grupos
ocultistas aparecidos al final del siglo diecinueve, se halla una
"Sociedad Vril", dedicada al dominio de ese poder. El símbolo de esta
secta era la cruz esvástica o cruz gamada, el mismo símbolo que años después
usarían los nazis.
Los miembros de la Sociedad Vril pensaban que la novela de Lytton era más que ficción. Según ellos, encerraba ciertas verdades ocultas que sólo eran visibles para los iniciados.
La Sociedad Vril creía que bajo la tierra existe un reino subterráneo llamado Agartha o Agarthi. Allí vive una raza superior, esperando el momento de subir a la superficie y someter a la raza humana. Esos habitantes de las zonas interiores poseen el Vril.
Los miembros de la Sociedad Vril pensaban que la novela de Lytton era más que ficción. Según ellos, encerraba ciertas verdades ocultas que sólo eran visibles para los iniciados.
La Sociedad Vril creía que bajo la tierra existe un reino subterráneo llamado Agartha o Agarthi. Allí vive una raza superior, esperando el momento de subir a la superficie y someter a la raza humana. Esos habitantes de las zonas interiores poseen el Vril.
La Sociedad Vril no
era la única organización que buscaba la "Fuerza". Una denominada
"Sociedad de Thule", creía que controlando esa fuerza podía elevar a
Alemania a una posición de dominio del mundo. Se dice que en 1919 esa sociedad
(que había sido fundada el 1912) se había convertido en punto de reunión de
místicos y antisemitas alemanes, un tanto molestos por la desastrosa derrota en
la Primera Guerra Mundial, entre otras cosas. Uno de sus miembros era Anton
Drexler, primer dirigente del Partido Alemán de los Trabajadores, (que después
se convertiría en el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido
"nazi"). Otro miembro era Rudolf Hess, quién llegaría a ser la mano
derecha de Hitler. También estaba Alfred Rosenberg, futuro filósofo del
nacionalsocialismo.
Esta sociedad
afirmaba ser el instrumento de los legendarios "Jefes Secretos" del
Tíbet, quienes vivían en algún lugar de los remotos Himalayas. Los "Jefes
Secretos" eran conocidos también como "La Logia Blanca" o los
"Sabios del Mundo". Lo anterior se asocia con una antigua leyenda,
tal vez originaria del Asia Central. Según la cual, existen bajo la corteza
terrestre dos reinos, el de Agartha y el de Shamballah. Para algunos, Agartha
es el Reino del Bien y Shamballah el del Mal. Para otros es a la inversa. En el
Tíbet, existiría una puerta que conduce al reino de Agartha, custodiada por los
lamas, así como existirían otras supuestas puertas en otras regiones del
planeta, como en Afganistán, en las Rocallosas, en el Amazonas y en la
República Argentina.
Los primeros nazis,
los iniciados de Thule, la Sociedad Vril y otros grupos esotéricos más,
buscaban desesperadamente, la clave de ese poder que aseguraría su dominio
sobre el mundo. Algunos nazis pensaban que el Vril era la clave para conseguir
lo que llamaban "El Superhombre", es decir, una nueva raza humana.Muchos
miembros de alto rango del régimen nazi, incluyendo a Hitler, pero
especialmente Himmler y Hess, mantuvieron enrevesadas creencias ocultistas.
Motivados por tales creencias, los alemanes enviaron una expedición al Tibet
entre 1938 y 1939 ante la invitación del gobierno tibetano a asistir a las
celebraciones de Losar, es decir del año nuevo.Ernst Schäffer, cazador y
biólogo alemán, participó en dos expediciones a Tibet, en 1931 y en 1934, por
deporte e investigación zoológica. El Ahnenerbe le patrocinó una tercera
expedición en 1938 ante la invitación oficial del gobierno tibetano. La visita
coincidió con la renovación del contacto tibetano con Japón. Una posible
explicación para tal invitación es que el gobierno tibetano deseaba mantener
relaciones cordiales con los japoneses y sus aliados alemanes como contrapeso
ante los británicos y chinos. Así, el gobierno tibetano dio la bienvenida a la
expedición alemana en la celebración de año nuevo de 1939 en la ciudad de Lhasa.
En el libro
“Festival de los pañuelos de gasa blancos: una expedición científica a través
de Tibet hasta Lhasa, la sagrada ciudad del reino del rey dios”, de 1950, Ernst
Schäffer describe sus experiencias durante la expedición. Durante las
celebraciones, reportó que el oráculo de Nechung advirtió que aunque los
alemanes traían dulces regalos y palabras, Tibet debía ser cauteloso pues el
líder alemán era como un dragón. Tsarong, el ex-director militar pro-japonés de
Tibet, trató de suavizar la predicción. Dijo que el regente había oído mucho
más del oráculo, pero que no estaba autorizado a divulgar los detalles. Que el
regente recitaba plegarias diariamente para que no hubiera guerra entre los
británicos y los alemanes, ya que esto también significaría terribles
consecuencias para Tibet. Ambos países debían comprender que toda la gente de
bien necesita hacer plegarias con el mismo objetivo. Durante el resto de la
estancia de Schäffer en Lhasa, se dieron frecuentes reuniones con el regente en
las que reinó la afinidad entre ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario