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miércoles, 26 de septiembre de 2012

OVNI en la Isla de Trinidad (Brasil enero 16 de1958)

El año fue "madrugador". A los pocos días de comenzar 1958 ya se había producido otro caso "clásico" dentro de la ufología mundial. El 16 de enero, quince minutos después del mediodía, el crucero brasileño de adiestramiento Almirante Saldanha se hallaba anclado aguas afuera del puerto de isla Trinidad. El buque de la armada de Brasil llevaba 300 hombres y realizaba una serie de experiencias hidrográficas, vinculadas al Año Geofísico Internacional.
A las 12.25 horas, y cuando Saldanha se preparaba para navegar, la tripulación descubrió un objeto muy brillante, que se aproximaba a la isla. Aquel aparato -siempre a la vista de los reunidos en la cubierta del crucero- planeó sobre uno de los picos de la isla y, poco después, se alejaba a gran velocidad hacia el horizonte marino.
Entre la tripulación se encontraba el señor Barauna, quien llegó a tomar seis fotografías del ovni. Usó una cámara Rolleiflex, modelo E, con lentes de f 2.8, velocidad I/125 de segundo y una abertura de f/8, lo cuál provocó, al ser reveladas, una sobreexposición y grano duro. El objeto presentaba un color grisáceo oscuro y parecía rodeado -principalmente en su parte delantera- por una especie de condensación de vapor o niebla verdosa fosforescente. Los testigos -que fueron contados a decenas- apreciaron una estructura claramente metálica. El ovni volaba con una especie de movimiento ondulatorio, semejante al de un murciélago y cambiaba de velocidad en forma abrupta. Siempre sin transición. Como si fuera a saltos.
Mientras voló cerca del navío, los motores del Saldanha fallaron, así como toda la energía eléctrica delbuque. El compás giró enloquecido y cambiaron las radiofrecuencias, esfumándose las señales de radio. Tanto el capitán del crucero como los oficiales querían ver de inmediato las fotografías de Barauna. Así que se dirigieron al laboratorio del barco. El revelado fue llevado a cabo delante de varios de estos oficiales de la Armada Brasileña, mientras el propio comandante del navío, Carlos A. Bacellar, sostenía una linterna de lentes rojas.
Al no existir papel fotográfico para copias en el Saldanha, los testigos tuvieron que contentarse con la observación de los negativos.
Tal y como habían apreciado visualmente muchos de los marinos, el ovni que salía en los negativos parecía metálico, esferoide, achatado y grisáceo. Llevaba una especie de anillo, similar al del planeta Saturno. Este "anillo" giraba rápidamente.
El objeto desprendía una tonalidad anaranjado-rojiza, que era acompañada -durante su marcha- de un resplandor fluorescente verdoso. Este halo verdoso desapareció casi totalmente cuando el ovni planeó sobre la isla.
La velocidad del objeto fue calculada por los oficiales y marineros en unos 600 km por hora. Sus dimensiones fueron calculadas en unos 100 pies (30 metros) de diámetro por otros 20 (unos seis metros) de altura máxima.
Las fotos fueron analizadas intensamente y, finalmente, declaradas auténticas por el Gobierno y la Armada del Brasil. El propio Presidente, señor Kubitschek, ratificó esta autenticidad.
Informe de los servicios de Inteligencia

Hemos visto, muy resumido, el lead de los acontecimientos en el mediodía de aquel 16 de enero. A raíz del hecho, el Gobierno del Brasil, la Armada y los servicios de Inteligencia, así como la propia embajada norteamericana -¡cómo no!-cruzaron un sin fin de cartas, informes y comunicados.

¿Pues bien, he extraído de ese copioso dossier un informe -precisamente de los servicios de Inteligencia que resulta altamente "revelador" sobre lo que ocurrió aquella jornada y otras precedentes en las aguas del Atlántico.

El día 3 de marzo de l958-y bajo el sello de "confidencial"-, el jefe del Comando de Operaciones Navales, Antonio María de Carvalho, almirante de la Flota, dirigía la siguiente información al ministro de Marina del Brasil, en torno a los sucesos de isla Trinidad:
Ministerio de Marina
Comando de Operaciones Navales
Departamento de Inteligencia
Objeto:

Informe sobre la observación de objetos volantes no identificados, registrados en la isla Trinidad, en el período comprendido entre el cinco de diciembre de 1957 y el dieciséis de enero de 1958.


1. El capitán de corbeta Carlos Alberto Ferreira Bacellar, comandante del puesto oceanográfico de isla Trinidad, fue llamado a este Alto Comando el veintisiete de enero de 1958, donde presentó su informe. Informó de lo siguiente:

I. El treinta y uno de diciembre de 1957, un objeto volador no identificado fue observado sobre la isla, divisado por el oficial médico teniente primero MD Ignacio Carlos Moreira Murta, por un marinero y cinco trabajadores. El avistaje ocurrió por la mañana, alrededor de las siete y cincuenta horas; debido a la convicción de los observadores y la coherencia y correlación de los informes, decidió enviar el radiograma que dio origen a la presente investigación.

II. Fue informado en la misma ocasión, que idéntico objeto había sido avistado previamente, el cinco de diciembre de 1957, por un obrero, también por la mañana y a la misma hora.


III. (A partir de aquí fue suprimido parte del apartado número III, que continúa de la siguiente forma). Al día siguiente, primero de enero de 1958, a la misma hora y en la misma posición y moviéndose hacia el Norte (idéntica dirección de las observaciones previas), algo apareció sobre el mar, volando a increíble velocidad. Pese a la opinión adversa de otros observadores y a la luminosidad presentada por el objeto en cierto tramo de su trayectoria, concluyó, y todavía sigue creyendo, que una gaviota se proyectó sobre el cielo, tornando difícil cualquier estimación estereoscópica.
 
IV. Al día siguiente, dos de enero de 1958, volvió a darse la alarma, esta vez por la noche, alrededor de las veinte. Esta alarma fue descartada porque él mismo estaba de guardia y no vio absolutamente nada (el oficial de Inteligencia se está refiriendo al capitán Bacellar, de guarnición en isla Trinidad).
 
V. Finalmente, el 16 de enero de 1958, a las doce, quince horas, otra alarma de objeto volante no identificado, se registró a bordo del Almirante Saldanha, anclado junto a la isla. El buque se preparaba a soltar amarras y la tripulación estaba dedicada a la operación de izar a bordo el bote utilizado en los viajes a la isla. La alarma de ovni fue dada por miembros de la tripulación en la proa y en la popa de la nave.

VI. En esa misma ocasión, un fotógrafo profesional, civil, que se hallaba en cubierta, a proa del buque, fotografiando la operación de izamiento del bote, fue alertado y tuvo tiempo de captar las cuatro fotografías incluidas.
VII. Luego del avistaje, el fotógrafo extrajo el rollo de la película de la cámara, en presencia del capitán de corbeta Bacellar y otros oficiales; más tarde, junto con el capitán de corbeta Bacellar penetró en el laboratorio fotográfico del buque, vestido sólo con una camisa y "shorts". El revelado duró unos diez minutos y luego los negativos fueron examinados por el capitán Bacellar. El capitán de corbeta Bacellar afirma que vio el ovni aludido en los negativos mencionados, en aquel primer examen, con detalles que sólo las ampliaciones mostraron después más claramente.
VIII. Después, los negativos aludidos fueron mostrados a los miembros de la tripulación de la nave que habían sido testigos del fenómeno: todos reconocieron que el objeto que aparecía en las fotos era idéntico al que habían avistado en el aire.
IX. La persona que llamó la atención del fotógrafo hacia el objeto fue un capitán (en retiro) de la Fuerza Aérea, que se hallaba en el buque como integrante de un grupo especializado en caza submarina; el fotógrafo era miembro del mismo grupo.
X. Las fotografías fueron tomadas en no menos de treinta segundos.
XI. Una fuerte perturbación emocional fue observada en todas las personas que avistaron el objeto, incluso el fotógrafo, civiles y miembros de la tripulación del buque.
2. El capitán de corbeta Bacellar también informó sobre un fenómeno qu
e había observado personalmente sobre la isla, por dos veces en diferentes ocasiones, con ayuda de un teodolito de alta precisión y a plena luz del día. Su segunda observación fue la siguiente:

I. Estaba siguiendo un globo meteorológico cuando tuvo indicación de que sus instrumentos habían caído; la caída fue claramente reconocida por las señales emitidas por su radio-sonda y por la línea trazada en el registrador.

II. El globo debía explotar después de dicha caída, pues el tiempo medio de vida de un globo es de cuarenta minutos; después de este lapso estalla, debido a la gran altura alcanzada.

III. El globo seguido estaba cubierto, a una altura de 14000 metros, cuando sus instrumentos fueron lanzados por medio de paracaídas. Unos pocos momentos más tarde, localizó un objeto en el cielo, a unos 30 grados en la horizontal del punto donde el globo había desaparecido al pasar detrás de una nube.

IV. Visto a través del teodolito, el objeto presentaba una extraña forma, como una media luna, con una luz brillante; el fenómeno duró tres horas y media, y el objeto aparentemente se movía con la misma velocidad angular del Sol.
V. El objeto desapareció únicamente cuando el cielo quedó totalmente cubierto por nubes cirrus.
VI. No halla explicación para la observación que realizó considerando el tiempo de vida del globo pintado de rojo que seguía, la forma y luminosidad del objeto y posición de la luna y de los planetas.
VII. Esta observación fue atestiguada por el oficial médico, varios argentinos y marineros de la Armada, y un técnico civil del Departamento de hidrografía y navegación de la Marina.

3. Finalmente, el capitán de corbeta Bacellar trajo a este Alto Comando al hombre que había tomado las fotografías, el fotógrafo profesional Almiro Barauna (dirección: "Praia De Icarai 251, departamento 1004, Niteroi), quien presentó el siguiente informe:
I. Estaba en la cubierta del NE Almirante Saldanha cuando fue llamado para que observara un extraño objeto que se aproximaba a la isla; le fue posible localizarlo después de unos pocos momentos de observación.

II. Inmediatamente después de avistarlo, dirigió su cámara hacia el objeto, tomando seis fotografías sucesivas.
III. Después, como había obtenido la última foto del rollo, extrajo la película de la cámara y permaneció durante casi una hora con ella en sus manos, esperando recobrarse de una fuerte perturbación emocional que experimentara; luego fue al cuarto oscuro para revelar el film expuesto, escoltado por el capitán de corbeta Bacellar.
IV. Permaneció en el cuarto oscuro unos diez minutos, acompañado por el capitán de la Fuerza Aérea, que lo ayudaba, después mostró la película, aún húmeda, al capitán de corbeta Bacellar con la impresión de que el objeto fotografiado no había aparecido en el film revelado: sin embargo, su impresión fue alterada por el propio capitán Bacellar, quien mostró que, en las vistas conectadas con la observación, era visible en diferentes posiciones, una imagen que parecía la del objeto.
V. Guardó los negativos y los trajo a Río donde, en un laboratorio fotográfico, hizo varias ampliaciones; el ovni aparecía bien sólo en dos instantáneas, porque los otros dos negativos eran muy oscuros.
VI. Para aumentar el contraste, realizó una operación conocida como "aclarado", consistente en aclarar homogéneamente todo el negativo; sin embargo, como en dos vistas el ovni aparecía con toda claridad y temía perderlas si el proceso fallaba, cortó la película y sometió a proceso sólo los otros cuatro negativos; como resultado, el ovni apareció con toda nitidez en dos de ellos, en diferentes posiciones.
VII. Dijo que, al observar el ovni, ocularmente, su impresión fue la de un cuerpo sólido, con contornos poco definidos, que mostraba gran movilidad a alta velocidad, y con un color oscuro, difícil de precisar, porque el objeto parecía envuelto por una sustancia que comparó a la espuma de jabón; parecía tener una prolongación del mismo material y se desplazaba sin ningún sonido.
VIII. Se puso tan nervioso y molesto después de la observación que le fue difícil realizar la rutinaria tarea de revelar la película.
IX. Ofreció los negativos a este Alto Comando para todos los exámenes y análisis necesarios, con el fin de probar su autenticidad, y sugirió un examen microscópico como única manera apropiada de detectar alguna triquiñuela.
4. Resumiendo las declaraciones obtenidas de acuerdo con los informes transcritos más arriba, tenemos los siguientes hechos importantes:

a. Se observó sobre la isla Trinidad, por diferente gente, la aparición de objetos volantes no identificados en cuatro ocasiones, en diferentes días, tres veces por la mañana y una por la noche.
b. El capitán de corbeta Bacellar y otros observaron por la mañana, una vez, algo que creyó era una gaviota, pese a que los suboficiales y marineros que compartieron la observación, todavía piensan que se trataba de un ovni.

c. Observación por dos veces, sobre la isla Trinidad, por su propio comandante militar, un oficial superior del cuerpo de la Armada, un hidrógrafo experimentado en meteorología y operaciones de radio-sonda -y otros testigos- de un fenómeno no explicable sobre la base de condiciones atmosféricas o astronómicas.

d. Obtención desde la cubierta del NE Almirante Saldanha, mientras permanecía anclado junto a la isla Trinidad, de cuatro fotografías de un ovni, tomadas por un fotógrafo profesional en presencia de otros testigos que afirman haber observado el objeto fotografiado.


Fragmento de la investigación hallada en http://www.planetabenitez.com/ovnis2/1958brasil.htm


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